⁠Mientras nuestra empleada de recepcionía te anuncia, por favor permítete seguirme hacia el elevador. Muchísimo gusto, mi nombre es Freddy Stewart Contreras, para servirte aunque tú con toda confianza me puedes llamar Freddy.

Con el ruido del anuncio de su nombre de pronto le pica el chisme de una revista que está sobre la mesa, le gusta el cuadro de la pared o empieza notar la mancha de la silla. Observar es precisamente la invitación que le hacemos en La Recepción. Acá tendrá cosas un poquito de por aquí y por allá, que mientras responden el citófono captaron nuestra atención.

Que no diga que uno no le avisa: si usted se anuncia, o sea, si se apunta, pues le va a llegar a su correo un boletín bien completo con información de calidad, fresquita y seleccionada con amo y criterio, ¡como debe ser en esta oficina! Así que ya sabe: anúnciese, que aquí sí cumplimos lo que prometemos.

Con aprecio y eficiencia,
La Recepción.